Reformar una vivienda rústica

Reformar una vivienda rústica

Las casas de pueblo rústicas tienen un encanto especial, que muchas veces tememos perder al momento de hacer una reforma. Sin embargo, si se tiene un buen proyecto y un poco de creatividad, su rehabilitación conservará su encanto y el resultado será sorprendente. 

Ya sea que hayas decidido la casa familiar, hayas adquirido una vivienda en el pueblo para disfrutar de la naturaleza en un lugar tranquilo o quieras abrir un hotel-casa rural, una reforma no tiene por qué alterar el encanto de este tipo de viviendas. Si quieres darle un aire nuevo a una casa vieja, cuya comodidad vaya de la mano con su hermosura, es mejor que sigas leyendo.  

¿Por dónde empezar la reforma de una casa de pueblo?

Antes que nada, debes saber que todo depende del estado general en que se encuentre la vivienda. Por lo general, sobre todo si la has adquirida a un bajo precio, la rehabilitación incluirá un gran número de partidas. Para empezar, se debe elaborar un proyecto donde se especifique con claridad las carencias de la casa y lo que se puede aprovechar; durante su elaboración es esencial una primera revisión de muros, tejados, ventanas y suministros de agua, electricidad y gas. 

Estructuras básicas 

Un profesional debe revisar tus muros y tejados para poder modernizarlos mientras se conserva su esencia; si tu casa rústica tiene muros de piedra que quieres conservar, por ejemplo, será necesario dar un repaso a juntas y uniones, así como aplicar un tratamiento de limpieza en profundidad para devolverles la vida. En cuanto al tejado, se debe aislar adecuadamente para evitar humedades o goteras; también puede ser necesario cambiar tejas y pizarras. 

Es importante conocer que los materiales de exteriores han evolucionado mucho en las últimas décadas, por lo que encontrarás soluciones para que el tajado de tu vivienda conserve su encanto rústico y cumpla bien con su función aislante; también deberías considerar la instalación de unos canalones. 

Distribución del espacio interior 

Para diseñar la nueva distribución de las estancias de la casa, es todavía más importante contar con asesoramiento profesional. Son muchas las posibilidades para adaptar tu casa rústica a tus necesidades, ya sea que la casa permita dos alturas o que la zona del antiguo granero sirva para crear un espacio extra; podría tratarse de un salón de verano, un espacio de trabajo, una sala de juegos… 

Agua, electricidad y otros suministros 

Esta partida es una de las más importantes en la reforma de una casa de pueblo; si la misma es muy vieja, es probable que esté desactualizada en cuanto a suministros. Lo principal será reemplazar los cableados, interruptores y enchufes por unos nuevos, para que puedas disfrutar de las comodidades de una vivienda moderna. 

Además, deberán sustituirse las viejas cañerías de la instalación de agua, que probablemente sean de cobre; tanto la cocina como los sanitarios requerirán nuevas canalizaciones. Además, se debe considerar la instalación de un sistema de calefacción, sobre todo si la vivienda se encuentra en una zona de clima frío. 

Ventanas y cerramientos 

También es necesario prestar especial atención a las ventanas. Por un lado, tal vez consideres abrir algún hueco en muros o tejado para colocar una nueva que brinde iluminación natural a la casa, siempre que la estructura y la normativa lo permite. 

En cuanto a las ventanas actuales, deberás revisar los marcos y cierres porque de ellos depende en gran medida el aislamiento y el confort en el interior. En las viviendas rústicas son habituales las ventanas de madera, las cuales suelen sufrir las inclemencias del tiempo; si no es posible recuperar los marcos, lo mejor son los cerramientos imitación a madera por ser tanto estéticos como funcionales. 

Interiores: revestimientos y detalles decorativos 

En este apartado puedes darle rienda suelta a tu creatividad, ya que la decoración de interior debe basarse en tus gustos personales. Sin embargo, te recomendamos sacar partido del estilo propio que tiene una casa de pueblo. 

Lo mejor será aprovechar todos los elementos posibles de la propia casa. Por ejemplo, las bonitas y sólidas vigas que quedan increíble en el techo; hasta ese antiguo arcón y los instrumentos de labranza pueden ser elementos decorativos. 

En cuanto a los suelos, la madera siempre da el toque cálido que estamos buscando en una vivienda rústica. Si el suelo de la casa ya está deteriorado, puedes considerar los suelos cerámicos o vinílicos de imitación a madera, los cuales no requieren gran mantenimiento y dan excelentes resultados estéticos. 

Otra opción tanto para interior como para exterior son las baldosas hidráulicas de imitación; puedes colocarlas en la cocina, en los cuartos de baño o en el patio para aportar un poco de color sin opacar las características de la casa de pueblo. 

Finalmente, hay pequeños detalles como una grifería de estilo vintage o unas alfombras en fibra natural que te ayudarán a personalizar tu casa y conservar el encanto de una casa de pueblo. Si estás pensando en darle una rehabilitación a tu casa rústica, no dudes en contactar con Reformas Orce para modernizarla y mantener su esencia.